Desde la designación de las autoridades de ARICCAME, realizado entre diciembre 2022 y febrero de 2023, las expectativas de una regulación que permita el desarrollo industrial del cannabis en nuestro país se tornó un tema común entre los más de 50 proyectos de investigación aprobados por el Ministerio de Salud de la Nación, pero también, entre inversionistas. Más allá de las expectativas, la normativa todavía no fue publicada, y aunque la ley 27.669 tuvo publicidad oficial en mayo de 2022, luego de un año -y ya con autoridades de control en la materia- la reglamentación sigue generando problemas para un sinnúmero de equipos de trabajo que esperaban pasar de la investigación a la comercialización para salvar, al menos, sus costos operativos.
Lo cierto es que ARICCAME, no consigue un norte institucional y sobre ello falta tecnicismo dentro de la materia, por lo que mucho se habla de REPROCANN, pero poco de Industria del cannabis. En cuanto al primero de los puntos (la dirección institucional), resulta que es de sobras conocido por los diferentes involucrados en el sector cannabis, que entre los cinco directores de la autoridad de control existen rispideces políticas y egos personales, a tal punto que han sido muy pocas las ocasiones donde los directores de la Agencia se han mostrado unidos o han presentado propuestas conjuntas. En referencia a las propuestas, que deberían haber iniciado por una regulación de la ley 27.669 en marzo del corriente, las diferencias entre cada uno de los sectores que representan los funcionarios de ARICCAME, ha demorado la discusión interna y la interacción y dinámica de equipo de trabajo que transita entre los movimientos políticos ideológicos y que desplaza el objetivo que se les ha encomendado como funcionarios públicos encargados de la reglamentación. La exposición de la incapacidad de gestión de la actual ARICCAME no solo es visible para todos, sino también un padecimiento del sector económico privado que aún espera algun tipo de indicio positivo en torno a la responsabilidad de este órgano del ejecutivo nacional.
Por otra parte la falta de tecnicidad dentro del equipo seleccionado, hace que solo avance dentro de la mesa de la Agencia lo relacionado al instituto Reprocann que ha tenido modificaciones positivas, pero que nada tiene ver con INDUSTRIA como tal, puesto que el instituto en cuestión permite el AUTOCULTIVO o CULTIVO SOLIDARIO, y en el término jurídico SOLIDARIO, la ley no explicita si es a título gratuito u oneroso, o si estando argumentado en el derecho a la salud las obras sociales debieran cubrir a los usuarios no cultivadores, los costos que estos pacientes deben abonar respecto a consultas médicas de profesionales inscriptos en el instituto legal o mismo, el costo de trabajo de los cultivadores solidarios. Por otra parte el REPROCANN nada tiene que ver con una industria, puesto que para ello -y está expresado en los considerandos del decreto que reglamenta la ley 27.350- el Ministerio de Salud otorgó la posibilidad de investigación a más de cincuenta proyectos a escala dentro de todo el territorio, cada uno de ellos con un presupuesto importante de inversión equipos de trabajo inscritos correctamente, pago de impuestos, grandes infraestructuras edilicias, etc. pero que, aparentemente, ARICCAME no tiene interés en que esos puestos laborales se conserven, así como tampoco posee una genuina línea de abordaje técnico para traducir las necesidades de la cadena de valor en la traducción jurídica que conocemos cómo “reglamentación”.
Uno de los principales inconvenientes de esta falta de tecnicismo normativo es cómo encajar la normativa de vigilancia sanitaria (ANMAT), la cual es cuantiosa y dinámica, con la infraestructura productiva en el sector en nuestros país, y sobre esta base generar protocolos de enlace con los requerimientos jurídicos internacionales tanto en términos de logística, como financieros y normativos de los mercados destino.
Con esta situación, un gran número de proyectos, actualmente aprobados para investigación corren el riesgo de fundir antes de iniciar operaciones comerciales, otros buscan abastecer sus propias jurisdicciones con productos que no tienen posibilidades de tránsito interjurisdiccional de ANMAT, y otros deben regalar el material cosechado para diversos institutos de investigación a los fines de no sentir que toda la labor e inversión realizada es en vano.
En un sector productivo de alta competencia internacional y que posee como principal característica la rapidez con que se modifican sus términos normativos o el precio de las materias primas aparejadas a los procesos de investigación y desarrollo, Argentina, se encuentra en un semestre de innumerables pérdidas económicas para el sector en cuestión, mientras que la investigación de cáñamo sigue siendo apoyada por la Secretaría de Agricultura y sus órganos cómo INASE y SENASA, y ha comenzado a movilizar a actores importantes del agro, la reglamentación y los procesos administrativos de licencias, siguen demorados en la ineficiencia de un año electoral candente que desangra al capital privado de las economías regionales, las mismas que habían apostado al cannabis y que esperan incorporar rápidamente al cáñamo cuando los códigos (Alimentario, de construcción, etc) habiliten los canales de penetración de mercado.
En relación a estas demoras de la gestión pública y la falta de profesionales técnicos en materia jurídica para la industria es que se desarrollará a partir del mes próximo, el curso normativo respecto a la industria del cannabis. Es importante destacar, que este formato está orientado a la producción de estupefacientes y sus protocolos internacionales de comercialización, además de algunas factibilidades normativas capaces de cubrir la carencia regulatoria de la ley 27.669, que debería haberse publicado durante el mes de marzo de 2023.Esta formación estará a cargo de la especialista María Laura Sandoval, y consta de cuatro módulos de clases on-line que se dictarán los días viernes 4, 11, 18 y 25 de agosto con una duración de dos horas por cada clase y la entrega del material virtual. Los interesados pueden inscribirse mediante www.marialaurasandoval.com.ar